Rouleur 118

Los Clásicos.

Bienvenido a Rouleur 118: el número de las clásicas.

Si el Tour de Francia es la versión idealizada del ciclismo, con cielos azules, temperaturas cálidas, sublimes paisajes de montaña y el colorido traqueteo del pelotón por carreteras de bella ingeniería, las Clásicas se parecen más a la vida real.

Las grandes carreras de un día de Bélgica y el norte de Europa -el Tour de Flandes, París-Roubaix, E3, Gent-Wevelgem, Lieja-Bastogne-Lieja, etc.- son monocromáticos. Transcurren por caminos agrícolas, con todas las vistas y olores poco glamurosos que ello conlleva, en paisajes embarrados y poco espectaculares donde los árboles aún están desnudos a principios de primavera. Es probable que llueva y que haga frío.

Soñamos con el Tour de Francia; las clásicas se parecen más a la vida cotidiana. Pero también son épicas a su manera. Las carreras siguen un patrón totalmente distinto al del Tour. El Tour es ahorro de energía y paciencia; en las Clásicas, especialmente en la era moderna, gana quien se atreve. Y si el que se atreve pierde, bueno, hay otra carrera dentro de unos días. El número 118 celebra todas las Clásicas, desde los corredores del WorldTour que han dejado su huella en estas carreteras adoquinadas hasta los lugares que dan vida a estos parajes.

Edición en inglés.